Turismo

TURISMO EN ALCALA DEL JUCAR, VER Y CONOCER…

Sus empinadas calles, abocadas hacia el río, tienen un singular atractivo turístico que seduce al primer golpe de vista. Un atractivo al que se unen particularmente alguna de sus cuevas que atraviesan la montaña sobre la que se asienta la Hoz del Júcar, y que se encuentran abiertas al público. Concretamente, muy cerca de Alcalá del Júcar, en una de las paredes verticales de la hoz, se halla la Cueva de Garadén, fortificada por los árabes y célebre por su función de vigía en el Camino Real, es uno de los pocos ejemplos de cueva fortificada que se conocen en la península.

Para disfrutar de unas excelentes vistas, tanto del pueblo como de la hoz, conviene situarse en los miradores existentes en los caminos que conducen a los pueblos aledaños como las Casas del Cerro o las Eras de Alcalá.

El Puente de piedra, también llamado Puente Romano: era paso obligado en el Camino Real de Castilla a Levante, por lo que cobró gran importancia durante los siglos XIV y XV, convirtiéndose en aduana.  

La Parroquia de San Andrés: empezada a construir en el s.XV y tras varias obras fue totalmente acabada en el s.XVII. 

El Castillo de Alcalá del Júcar: en un principio debió erigirse como obra musulmana, resultado del reforzamiento fronterizo en época almohade, a finales del s.XII, ante el avance cristiano de Alfonso VIII, pasando a lado cristiano cuando éste conquistó la zona del Júcar hacia el 1.213. 

La Plaza de Toros: única en su estilo por su forma irregular. Se desconoce su fecha de construcción y se cree que su origen pudo ser una lucerna paleocristiana.

Otros lugares de interés, son las Cuevas que se pueden visitar: La población se extiende por la ladera sur, en una zona abrupta que se cierne sobre el río. Su peculiar situación, permite que la mayoría de las casas estén excavadas en la propia montaña, con cuevas de tal longitud que llegan hasta el extremo de la peña sobre la que se asienta la villa.
Tres de estas cuevas se pueden visitar y son conocidas por “Diablo”, “Masagó” y “Garadén”, que no debe confundirse con la cueva natural de Garadén en las cercanías de la villa, en un paredón vertical de la hoz, fortificada por los árabes y que se trata de uno de los contados ejemplos de cuevas fortificadas conocidas en nuestra península.

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